viernes, 6 de marzo de 2009

SEIS PRINCIPIOS QUE DEBEN GOBERNAR TU VIDA Un fabricante de lápices le dijo a un lápiz: 1. Algunas veces estarás en una caja: § Cuando estés en la caja te sentirás inútil, porque no fuiste hecho para estar en una caja, sino para escribir grandes cosas. § Pero cuando estés en la caja no te preocupes, espera porque llegara un día en que alguien te sacara de ella para hacer cosas grandes. § A muchos se nos olvida que fuimos hechos para grandes, y nos hemos acostumbrado a estar encajonados, empaquetados, encerrados por los temores, espantos, cobardías y miedos a salir a cumplir el propósito. § Solo pídale a Dios que los saque de la caja. Que no queremos ser urnas donde acaben nuestras vidas. 2. Te pongo un borrador: § Cuando estés escribiendo cometerás muchos errores. ¡bórralos! y vuélvelos a escribir las veces que sea. § Por lo tanto usas tu “cabeza” cuando cometas muchos errores. § Cuando escribas la historia de tu vida y en su trayectoria cometa errores, ¡bórralos! Y sigue adelante. 3. Lo más importante en tí, es lo que está dentro de ti. § En lo interno esta la esencia útil que determina la escritura. § La esencia misma de tu ser, es tu espíritu, es tu corazón. § Mar 7:20 “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. § Jesús dijo: por sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón… 4. Cada vez que vayas a hacer algo nuevo, te van a sacar punta: § Te va a doler, y muchas veces creerás que te están matando. § Creerás que son injustos contigo. No te preocupes ¡solo te están sacando punta para que hagas algo nuevo. 5. Estas hecho para grandes cosas: § Solo harás grandes cosas, cuando alguien grande te tome en la mano. § Deja que Dios te tome en la mano y veras que harás grandes cosas. Pero no serás tú, será Él. 6. Donde quiera que vayas, deja tu marca: § No importa las circunstancias o con quien estés, porque fuiste hecho para dejar marcas. CONCLUSION: Nosotros somos como el lápiz: Fuimos hechos para grandes cosas Vida cristiana es crecimiento, lo que Dios quiere es que crezcamos sin parar.

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