lunes, 24 de septiembre de 2012

PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS


PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS
Heb_12:1   Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
INTRODUCCIÓN.
Manejar un auto en carretera, nos obliga a mirar de frente y a estar atentos a cualquier obstáculo que podamos encontrar, ya que por el contrario podríamos sufrir un accidente y perder la vida. La expresión "puestos los ojos en Jesús" tiene su origen en la palabra "VER", es decir, que nuestra atención no debe estar dividida, o distraída contemplando otros objetos, sino fija en un solo objetivo, CRISTO JESÚS, NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR.
PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS SIGNIFICA:
1.      Tener la mirada fija en Cristo.
2.     No desenfocarse de él. No perder las perspectivas de él.
3.     No tener la mente dividida entre dos pensamientos. 1Re_18:21  Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
4.     No quitar la mirada de él o mirar hacia otro lado.

¿POR QUÉ QUITAMOS LA MIRADA EN JESÚS?
1.      Por tener prioridades equivocadas.

2.     Por tomar el cristianismo como una moda o pasatiempo.

3.     Porque no entendemos que el cristianismo es una carrera con obstáculos que debemos salvar antes de llegar a la meta.

4.     Porque nos enfocamos en los obstáculos. Aquello que se opone a nuestro andar cristiano.

5.     Porque nos dejamos atraer por las distracciones.

6.     Porque no nos ejercitamos en el dominio propio.

7.     Por la falta de carácter y decisión determinante en Jesús.

8.     Por nacer con el síndrome de Down.

¿QUE ACONTECE CUANDO QUITAMOS LOS OJOS DE JESÚS?
1.      Nuestra atención al Señor deja de ser prioridad.

2.     Comienza un proceso de desvío, perdemos el rumbo señalado.

3.     Sea el camino que tomemos, será un camino equivocado, erróneo.

4.     El camino a la Gloria del Padre se pierde.

5.     Nos olvidamos de sus Palabras y sus Mandamientos.

6.     La fe y el amor en Jesús se va diluyendo poco a poco.

7.     Nuestra atención se centra en los asuntos personales y terrenales. Flp 2:21  Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.

8.     La oración y comunión con Dios se vuelve fastidiosa y la eliminamos.

9.     Congregarse se vuelve un martirio y si lo hace, es por un cumplido.

10. Ponemos la mirada en el diablo sin darnos cuenta, y éste se enseñorea de nosotros.

11.   Nos esclavizamos en asuntos que dominan nuestra atención: el trabajo, la televisión, los deportes, las viejas amistades, las diversiones, etc.

12. Nos volvemos indefensos ante el pecado, y este toca a la puerta.

13.  El corazón se insensibiliza, se endurece y se resiste a Dios.

14. Nos volvemos amargados, sombríos, resentidos y apesadumbrados.

15.  Nos convertimos en críticos de los defectos de los demás.

16. Le invade un espíritu de lamentación, queja y murmuración.

17.  Sufre del síndrome de "CHIQUITITA", del grupo ABBA.
·        Chiquitita dime por qué, tu dolor hoy te en cadena.
·        ¡¡¡Yo me acuerdo cuando oraba, evangelizaba, cantaba, ayunaba, etc.
·        Este síndrome lleva a las personas a vivir del pasado, a olvidarse del presente, y renegarse al futuro.

BENDICIONES DE TENER LA MIRADA PUESTA EN JESÚS
1.      Jesús se hace el centro de nuestra adoración y obediencia a sus mandamientos.

2.     Jesús es nuestro aliado y guía en todos los aspectos de la vida. Mat_28:20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

3.     Jesús nos representa en el cielo, nosotros lo representamos aquí en la tierra.

4.     Jesús intercede y ruega continuamente al eterno Padre por nosotros, cuando cometemos algún pecado. Rom_8:34  ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
·        Jesús se hace víctima en el altar y muestra su sangre por nosotros.
·        Detiene los castigos y sentencias divinas que nos lanzaría el Padre por nuestros pecados.

5.     Jesús aboga por nosotros en los momentos de conflicto. 1Jn_2:1  Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

6.     Jesús nos fortalece en momentos de debilidad y tentación. Hab_3:19  Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.

7.     Jesús proveerá siempre cada una de nuestras necesidades. Flp 4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

8.     Jesús nos garantiza un pacto mejor que el primero. Heb 7:22  Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.

FUNDAMENTOS PARA MANTENER LA MIRADA EN JESÚS.
1.      Haz que tu prioridad sea Jesús, el cielo, lo divino. Col_3:2  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Jesús en la primera, en la segunda, en la tercera, en la…)

2.     No permitas que ningún tipo de circunstancia que aparte de Dios. Rom 8:39  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

3.     No hagas que tus pertenencias tengan mayor valor que el mismo Señor Jesús. Flp 3:8  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.

4.     Haz que tu profesión de fe en Cristo, nunca se diluya. Heb 4:14  Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

5.     No importa si has caído o te sientes estancado, hay que seguir a la meta. Flp 3:14  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

6.     Haz que tu confesión de Cristo Jesús, sea una constante en los aspectos privados de tu vida. 1Jn 4:15  Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
CONCLUSIÓN: Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. 

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